Soy Elizabeth, me dicen Eli y hace 8 años nació este espacio que hoy se llama Elizabetha.

Nació del deseo profundo de poder estar presente para mis hijos, de acompañarlos, de verlos crecer… y al mismo tiempo, de seguir creando con mis manos, con mi tiempo y con mi alma.

 

Cada joya que ves acá está hecha desde cero, por mí.

Armo la argollita que inicia la cadena, diseño cada pieza, tejo el alambre, coso cada bolsita en la que la entrego.

Todo lo que ves pasó por mis manos. Nada es casual. Nada es apurado. Todo tiene intención.

 

Elegí hacer joyas porque creo que una joya guarda historia, guarda memoria. Nos conecta con lo que somos, con lo que sentimos. Nos acompaña.

 

Hace 5 años empecé este camino sin saber a dónde me iba a llevar, pero con una certeza: quería estar en cada detalle.

Y hoy, Elizabetha no es solo una marca. Es un pedacito de mi vida, ofrecido con amor.

 

Gracias por estar acá.

Gracias por elegir lo hecho a mano.

 

Gracias por valorar lo auténtico.